El acto literario estuvo encabezado por el Secretario de la Corporación, Ramón Emilio Reyes, los académicos Víctor Villegas y Franklyn Domínguez y contó con la presencia de notables figuras del teatro dominicano, así como estudiantes de ese bello arte.
Durante su alocución el doctor Rivera-Rodas realizó un exhaustivo análisis del discurso creativo del autor dominicano, explicó que el discurso dramático patente en las obras de Franklyn Domínguez está signado por tres sellos distintivos, a los cuales él denominó categorías, a saber:
1ra. Soledad del ser humano, en este renglón destacó que los personajes de Domínguez descubren, generalmente al final de sus vidas, que han vivido solos o mejor dicho que no han convivido con los demás, pues su tránsito por este mundo se ha reducido a ser un ente autoritario que sólo ha interactuado con el otro para que haga su voluntad, en cierta forma una visualización del otro como una prolongación de su yo, único asunto importante para estos ególatras-personajes.
Un ejemplo, Sebastián, el personaje egoísta de "Las espigas maduras", padre déspota que sintetiza en sí las negativas características de un padre que nunca lo fue sino autoridad, disciplina, rigidez injusta de quien sólo ordena sin el menor vestigio de afecto. Rivera-Rodas ponderó esta obra y la comparó, a favor de Domínguez, con la del cubano José Triada, "La noche de los asesinos".
2da. El abandono de la concepciones, aquí, Rivera-Rodas afirma que en las obras del dramaturgo dominicano la preocupación ética se revela cuando el personaje, el ser humano percibe su condición finita, se relaciona con el reconocimiento de la soledad irremediable del ser que adquiere la conciencia de su pequeñez ante la vastedad del Cosmos. "Los que conocen personajes como Sebastian y Alberto Monleón, pueden entender la dicotomía existencial que atraviesa el alma de Omar, por ejemplo, personaje posmoderno que reflexiona sobre la importancia de ser bueno, útil, justo, convivir bien con los demás en el presente, en esta vida terrenal.
Reflexión que defiende ante otro personaje, recurrente en las obras de Domínguez, el consejero o conciencia, en este caso se trata de Serafín quien trata de que Omar sólo atienda a pretender alcanzar las bondades de la vida celestial, a lo que Omar contesta que es menester preocuparse por el bienestar de los demás como una etapa previa y necesaria para la vida celestial", explicó el académico boliviano.
Señaló obras como Ojalá hoy fuera ayer, donde el autor induce al espectador a adquirir conciencia de lo importante que es llevar una vida humana, cosa que por ejemplo el personaje Alberto Monleón reconoce inexorablemente tarde, este personaje representa la construcción de la soledad del ser que a raíz de sus infidelidades, sus traiciones e injusticias descubre que no ha tomado en cuenta a los otros.
En esta obra el personaje admonitorio que enfrenta a Monleón con sus propios actos, le dice que para redimirse trate de rescatar por lo menos un instante, una acción buena durante la vida que ha comenzado a desprenderse de él. Los vocablos vida-muerte se alternan en un ambiente donde la conciencia de lo bueno y lo malo pugnan por lograr el predominio.
3ra. Conciencia de la ausencia de sentido, el vacío o desencanto teológico, existencial, heredado de la modernidad, es la impronta de muchos personajes que reconocen la exclusiva responsabilidad humana de sus actos, es decir, asumir las consecuencias de sus decisiones con un renovado sentimiento por recuperar los valores espirituales, éticos que dan significado a la existencia del individuo, en especial, en su relación con el otro, con los demás.
Rivera-Rodas señaló que, por ejemplo, en "Las extrañas presencias" Domínguez explora el límite entre la vida y la muerte donde, además, se evidencia la ligazón con los seres que rodearon al personaje mientras vivía. El amor, por ejemplo, adquiere múltiples sentidos lealtad, bondad, malicia, lujuria, fraternidad, espiritualidad...."El que ama no hace daño a nadie, no es injusto, se conmueve ante la tragedia del otro, esta es la propuesta que Domínguez nos ofrece como elemento clave, fundamento de una ética racional de quien no espera beneficios mezquinos", enfatizó.
Agregó que algunos personajes de las obras de Franklyn Domínguez, como Alberto Monleón , no encuentran el jardín de las delicias ni el lugar terrible del castigo, sólo su conciencia redime de su desamor., terminó diciendo que es tiempo de erradicar la incertidumbre, tiempo de buscar nuevos saberes.
La actividad cultural concluyó al otorgársele al académico boliviano Oscar Rivera-Rodas, la Presea Académica en reconocimiento a su valiosa labor intelectual, la cual fue entregada por los académicos Ramón E. Reyes, Víctor Villegas y Franklyn Domínguez a nombre del Director de la Academia Dominicana de la Lengua, doctor Bruno Rosario Candelier.
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